viernes, 19 de mayo de 2017

TODO DE LO QUE HUYES SIN SOLVENTAR, VUELVE



Nuestra vida es un edificante paso por nuestro  camino, nuestro fin es  lograr evolucionar, ver con los ojos del corazón quitando las capas que tenemos para darle paso a nuestra verdadera esencia, esa que va más allá  y ve sin  límites más de lo que definimos como el bien y el mal.

A lo largo de nuestro recorrido, viviremos experiencias dolorosas, algunas fuertes,  en las cuales, en algunas nos resultará más fácil huir, correr, rehusar, negar esa vivencia, pensando que estamos evitando beber el trago amargo y liberándonos de él pero no pasará mucho tiempo para tener al frente otro vaso similar con el mismo contenido y así repetir el ciclo muchas veces, pero sólo hasta que lo afrontemos y comprendamos que no nos resultará beneficioso eludirlo,  es cuando las cosas empiezan a mejorar.

La vida es la gran escuela y  es tan buena maestra que cuando no aceptamos y no tomamos una lección, nos la repite. Muchas casos se presentan en las relaciones que tenemos y  nos vinculamos con personas en las que se genera un daño y nos marchamos sin entender la situación, sin entender  lo que estamos proyectando para vincularnos con esa persona  sin buscar en nuestro interior la herida que podemos sanar a través de la misma. Después de huir, nos encontraremos con una misma situación.

No creo en las casualidades, ni que nadie se cruza en tu vida por azar, todas tenemos un propósito en común, el principal será enseñarnos, empaparnos de sabiduría a través del autoconocimiento que logramos, quizás de la proyección en ellos. Lo que consideramos defectos y virtudes en los demás, son llamadas de atención para revisarnos nosotros y nuestro crecimiento.

Cada ser tiene algo que aportar a nuestras vidas, nos enseña a amarnos, a amar, aceptar, cambiar o sanar, solo debemos ser conscientes  y no dejar pasarlo de largo. No se trata de vincularnos por interés, se trata de sacar el mayor provecho de cada relación  y no huir hasta tomar la lección.

Cada vínculo nuestro merece nuestra dicha y cada una de nuestras relaciones merece ser sanadas. No perdamos la oportunidad ni el tiempo, exponiéndonos a revivir   una experiencia muchas veces  por no saber sacarle provecho.

Irma Ariola Medina

https://irmaariolamedina.blogspot.com.es/2017/05/todo-de-lo-que-huyes-sin-solventar.html



Irma Ariola Medina  ©  



Carboncillo> Irma Ariola Medina  ©  




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