jueves, 29 de diciembre de 2016

¡FELIZ AÑO NUEVO, 2017!

Voy a desconectar unos días de todo esto para ser verso latente en el lienzo de la vida. Necesito en estos días difuminar en el mismo lo necesario y captar de la paleta de colores justo los necesarios para dar mejor brillo a mi obra con los matices oportunos. Quiero agradecer de todo corazón a mis seres queridos, a los compañeros del Arte y la cultura que tanto me aportan, a las amistades y a todos aquellos que cada día se empapan de mis creaciones y yo de las de ellos, incrementando el acervo intelectual, cultural y el más importante el humano. No sé cuánto tiempo será, si días así que prefiero no dar fechas. Si decirles a los más allegados que vía whassap me pueden contactar si es algo necesario. Necesito desconectar, crear y olvidarme de todo esto unos días y VIVIR en la obra de la existencia.
Les deseo una buena entrada de año 2017 y que sea realmente lleno de salud, paz, amor y VIDA latente en cada uno de sus corazones. Sinceramente no les deseo un buen año, mejor toda una vida llena de instantes plenos y que en cada soplo, de cada instante sea la plenitud de sus benditas existencias acariciadas con la ternura de la fraternidad.
Somos ese instante en el vuelo de cada corazón donde pintamos los matices plasmados en los mismos dejando huellas algunas blancas, grises, negras y de todos los colores pero todos son necesarias en la gama de matices, ni mejores ni peores porque todos son válidos para ser obra humana en cada corazón que nos regala la existencia.
Me marcho a recorrer mundos ocultos donde la nada y el Todo se unen. El viento me llama a que me entregue a sus susurros y si no me encuentran, estaré abrazada al silencio. A veces es necesario detenerse en el camino para percatarse de la nitidez de todo lo que hay a tú alrededor y lo más importante, entrar en tu morada y desnudarte ante tu propio espejo para ser ese reflejo necesario en la perspectiva que se te muestra. Volveré sin prisas, sin pausas, desnuda y despojada de tantas vivencias que ni verdaderas ni falsas dejan huella en mi alma.

Cada uno juzga a las personas según sus limitaciones y en cada juicio matamos con los dardos de la incomprensión y falta de empatía las ilusiones y el corazón de un ser humano que nada ni nadie tiene derecho a juzgar ni mucho menos dañar. No me estoy justificando porque si algo he aprendido es a aceptar al ser humano con sus discrepancias y su grandeza sin clasificarlo ni etiquetarlo  pero tampoco puedo permitir esas circunstancias. 

Mi mundo recorre galaxias para empaparme en el destello de la estrella que nos guía siempre y no en las fugaces que creen algunos en estos días porque la magia del ser humano reside en su ser, en su esencia y no en unos días llenos de lo que cada uno quiera aceptar desde su prisma. Yo prefiero retirarme del circo material y recogerme en la que vibra cada instante en mí como hálito de vida lleno de luz gracias a las experiencias de mi bendita existencia.
Sin más, no voy a sostener la vela de nadie que no sostenga la suya primera.
El tiempo consagra, la verdad traspasada la barrera del límite del deseo, entre la línea intermedia de la nada y el Todo
.
Gracias de corazón por enseñarme tanto…
Un abrazo,
Irma Ariola Medina
Obra: SUEÑO: Somos pájaros libres en el mismo vuelo.
Acrílico sobre lienzo -100*80 con espátulas.

IAM








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